Bolivia, en el centro de América del Sur, es específicamente por su ubicación geográfica un destino aún poco conocido. Es un destino exclusivo en el mejor sentido de la palabra, y es que las barreras que lo hacen tan especial no tienen que ver con precios ni costo de vida, tiene que ver una sensibilidad que se requiere para paisajes excepcionales y modos de vida auténticamente apegados a la naturaleza.
Una descripción del país es la que lo compara con un mosaico del mundo, y aunque solo es una promoción turística, lo cierto es que difícilmente se puede hacer el viaje en un país con tanta diversidad de paisajes, concentrados en un perímetro fácil de armar en una visita turística. Independientemente de algunos aspectos destacados como el Salar de Uyuni, el Lago Titicaca y el Parque Madidi, lo más entrañable de Bolivia es su todo y, paradójicamente, los detalles individuales de sus diferentes rincones.